De niño los relojes me daban un miedo terrible. Supongo que me parecía absurdo que alguien hubiese inventando algo capaz de medir el tiempo.
Creía, en mi infinita inocencia, que sin relojes el tiempo no existiría.
Que seríamos libres, eternos.
Trace un ambicioso plan, consistía en sobrevivir. (Nacho Vegas)