![](http://www.elartistadelalambre.net/wp-content/photos/hojas/hoja2.jpg)
El invierno ha dejado tres hojas a los pies de mi casa. Estaban tan perfectametne colocadas, en fila y de mayor a menor tamaño, que he llegado a pensar con ingenuidad si habría sido una broma de mis nuevos vecinos. Pero la calle estaba vacía como una premonición cuando he salido a comprobarlo.
Las he sostenido a contraluz por el peciolo para mirarlas por el haz y el enves y me han devuelto una pequeña costelación de manchas y nervaduras que casi parecían palpitar llenas de clorofila. Un mapa sin territorio, unos caminos sin destino definido, delgados como las líneas de la vida. He pensado en un palimpsesto escrito en un idioma que aún no me esta permitido conocer.
La vecina que vive en la puerta de enfrente y que tiene hechuras de adivina me recomendó nada más conocerme que creyese en cuanta señal me saliese al paso. Y esas hojas, ¿qué otra cosa podrían ser?
Las he recogido con cuidado y he decidido guardarlas y fotografiarlas a la espera de saber interpretarlas. Un entomologo de señales astrales, clasificar, anotar, esperar la revelación y volver a empezar.
![](http://www.elartistadelalambre.net/wp-content/photos/hojas/Hoja1.jpg)
Una de esas hojas tenía el tono ocre y gastado del cuero viejo, otra tenía un pequeño corazón de color verde casi desvanecido y la última, la última es un misterio para mi. Tiene una parte central de un color verde que parece ir expulsando al color rojo hasta el exterior. Pero quizás sea al revés, lo desconozco todo sobre los árboles, puede ser el verde el que retroceda cediendo el territorio hasta desaparecer.
Tengo una sensación parecida al contemplar las estrellas en el firmamento. Una negrura inmensa a punto de devorar los pocos puntos de luz que aún resisten, o pequeñas luces que han aparecido donde antes no había nada y que acabarán por derrotar a la oscuridad.
La eterna lucha del bien contra el mal, de las dudas contra las certezas. De unas vidas en las que es imposible saber si estamos a punto de firmar la rendición definitiva, o si sólo estamos tomando fuerzas para afrontar la remontada final.
Las hojas lo saben, el problema es que no hemos aprendido a leerlas.
![](http://www.elartistadelalambre.net/wp-content/photos/hojas/hoja3.jpg)